Description
Y nadie es más adecuado para la tarea que Jacob, el patriarca que se portó mal.
Era menos un prodigio y más un pródigo. Fuerte en inteligencia. Con poca conciencia. Dios utilizó a Jacob porque eligió utilizar a Jacob. Y punto. ¿La palabra para tal devoción? Gracia. La gracia vino tras Jacob. La gracia lo encontró en el desierto. La gracia lo protegió en el exilio. La gracia le hizo caer al suelo y le bendijo. La gracia lo llevó a su casa en Canaán. La historia de Jacob nos invita a creer en un Dios que se queda con los indignos y los que no alcanzan el éxito hasta que estamos a salvo en casa.
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